Nélida Rodríguez Feijóo
Una posible explicación de la desfavorabilidad de las actitudes hacia la ancianidad la podemos encontrar en que en nuestra sociedad se valora y se otorga prestigio a aquellas personas que producen en forma eficiente y que están capacitadas y entrenadas para adaptarse a las nuevas situaciones que ocurren en una sociedad compleja y en permanente cambio.
Los ancianos, en consecuencia, van siendo desplazados o marginados, ocupan un lugar en la sociedad- en ciertos aspectos- semejante al que ocupan ciertos grupos minoritarios. Es importante que buena parte de la población comprenda entonces, la diferencia sustancial que existe entre las actitudes hacia ciertos grupos minoritarios, ya que la ancianidad es una etapa por la que inexorablemente pasará todo aquel que no muera joven.