Si bien la dinámica de la desigualdad y su relación con el trabajo se
ha ido haciendo cada vez más compleja con el paso de los siglos. Efectivamente, la historia de la humanidad se ha caracterizado, en palabras de Giarini y Liedtke (1998), por una clara aceleración geométrica, en la que en las épocas más remotas, hace mil quinientos o dos mil años, los cambios eran lentos, graduales casi imperceptibles de generación en generación. No obstante con el paso del tiempo, las transformaciones se han ido haciendo cada vez mas patentes y visibles, hasta llegar a la vorágine actual en que cualquier sistema político, social , económico o tecnológico, no bien ha aparecido, está empezando a convertirse en obsoleto, se desfasa y pierde vigencia en un tiempo récord. Esto ha sucedido en todas las esferas de la vida humana y el fenómeno de la actividad, el trabajo y la vida laboral de las personas, así como las situaciones de desigualdad que estas conllevan, no iban a ser menos.
