A 142 años de iniciar el camino como un saber de investigación rigurosa, y 47 años de estrenarnos en México como profesión en el país (expedición de la 1ra cédula profesional en 1974), con un promedio de 140 mil jóvenes compatriotas estudiando la profesión desde hace una década, con algo más de 200 mil titulados desde fines de los 80s, con espacios profesionales recién patrimonializados como la psicología Forense, con más de medio millar de instituciones universitarias formando psicólogos (la enorme mayoría privada$; pero paradójicamente la mayoría de estudiantes en instituciones públicas), en virtud de todo ello, claro que es euforizante celebrar un día más en nuestro honor, y abrazarnos trepidatoriamente.
Pero también hace falta reemprender esfuerzos hacia el destierro de absurdos como creer que Freud es el «padre de la psicología», que el freudoanálisis es una psicología, que somos la ciencia «del comportamiento» (estilo skinneriano), que haya psicologíaS y no un corpus teórico menos divagante y unitario, así como que aún pesan demasiado el vocabulario y cosmovisión medicalistas, que hace falta una psicogerontología para la creciente franja etárea de la 3ra y 4ta vuelta, que aún gravita en demasía la creencia poblacional de que somos «amansalocos», de que aún compitan con nosotros un tropel de charlatanes de toda laya con nuestras destrezas y conocimientos (couchings, desarrollo-humanos, mindfullness, terapistas gestalt, chamanes de Catemaco, zodiacalistas astrológicos, tarotistas, «programación neuolingüística», constelaciones familiares y demás fauna de engañifa$).
Y prudente es mencionar que en la terrible coyuntura mundial de la pandemia CV-19 aún no se calibran sus estragos en la integridad ideo-afectiva de quienes han perdido familiares o amigos y de quienes, contagiados, han de protegerse de las secuelas; una tarea pendiente aún de la concurrencia decisiva de nosotros los psicólogos.
Pero felicitémonos cálidamente porque somos la profesión que apunta a que en el futuro mediato seremos muy necesarios para contribuir a formas de vivir y convivir menos ingratas para millones de congéneres de este maravilloso, convulso y ahora, desde 2018, esperanzante país..!!!
Germán Gómez Pérez
Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
Carrera de Psicología