Jordi Torras Coll
El entorno global y cambiante actual exige a los directivos de nuevosenfoques para poder interpretar la realidad, tomar decisiones y actuar para ir definiendo y construyendo el futuro de la organización. Más que nunca, la función de un directivo debe ser la de potenciar la producción de la innovación, como elemento básico de renovación y desarrollo. Por este motivo, es necesario gestionar la innovación tanto a nivel individual (gestión de personas), como a nivel colectivo (equipo, organización y comunidad). En primer lugar, se debe definir al directivo bionómico, como aquél que gestiona las relaciones con el medio que le rodea, conoce y examina las leyes que rigen la vida y el entorno de la organización, y las condiciones que la hacen posible, con el objetivo que ésta sea aceptada y forme parte integral de la comunidad.