Este volumen 30 del tratado de Educación Personalizada, dedicado al trabajo en sus relaciones con la educación, tiene que habérselas con un complicado problema que entronca con claridad la Pedagogía en los comienzos del siglo XX. Los estudios y actividades relativas a la orientación profesional, nacidos en los ambientes de trabajo, tuvieron pronto eco en la promoción de actividades escolares relacionadas con el mundo de la actividad productiva. En los primeros veinte años de este siglo se podían leer simultáneamente obras de Pedagogía que reducían la educación al terreno estrictamente intelectual y moral afirmando de un modo explicito que los problemas materiales no tenían nada que ver con la educación, mientras aparecían publicaciones en las que se hablaba de «la escuela del trabajo».
Prescindiendo de la connotación política con que se impuso esta nueva idea en las escuelas de países comunistas, lo cierto es que en el mundo entero hubo un espectacular cambio de actitudes. Durante una larga tradición de siglos en la que predominaba una actitud peyorativa respecto del trabajo, en el último cuarto de siglo éste se ha convertido en una aspiración universal que en muchos casos es difícil satisfacer, hoy el trabajo se puede considerar un bien escaso. El trabajo es hoy un problema personal de todos los seres humanos como elemento insustituible en la vida del hombre y , al mismo tiempo, adquiere caracteres dramáticos para una buena parte de la humanidad que no tiene acceso a un trabajo digno.
Víctor García Hoz